Ridículo de Sánchez: las empresas españolas, fuera de contratos de 1.000 millones con la OTAN

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Pedro Sánchez durante la Asamblea Plenaria de la OTAN en Madrid a finales de 2022 (Foto: Europa Press).

Pedro Sánchez fracasa de nuevo en defender los intereses de las empresas españolas ante la comunidad internacional, en esta ocasión de defensa, a pesar de presumir de su buena sintonía en la ONU, la Unión Europea o la OTAN. Su nuevo ridículo se subraya en la agenda de la Organización del Tratado del Atlántico Norte al no estar invitada ninguna empresa española, entre 25 firmas del sector que se citan este jueves, para optar a un plan de compras que repartirá proyectos valorados en 1.000 millones de euros.

El no a España se explica en un principio con que es una decisión del equipo del secretario general, Jens Stoltenberg, y no del propio secretario general de la OTAN. Sin embargo, destaca la poca capacidad de Sánchez para hacer que se envíe una invitación a las empresas españolas.

Pedro Sánchez sólo ha sabido responder con una pataleta: la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha anunciado el plantón este jueves a la citada reunión de la OTAN con representantes de la industria de la Defensa europea y norteamericana para trabajar en planes de producción armamentística, tras la decisión inicial de la alianza de no incluir a empresas españolas en los proyectos para aumentar las inversiones en la industria de armas euroatlántica.

Por ello, España ha decidido «vetar» el plan industrial propuesto por la OTAN y no cambiará su posición hasta que se incluya a entidades españolas, aunque desde Madrid se espera un golpe de timón y que para futuras reuniones se tenga en cuenta al sector de la Defensa de España.

Más allá de considerar la importancia de que la OTAN cuente con su propia estrategia de cara a la producción militar, España ve este primer paso como un «mal punto de partida» y no se trata del único afectado por esta situación, pues más aliados europeos se han quedado fuera de la lista inicial que contiene a empresas de solo 18 países miembros de la OTAN, algo que ha generado malestar en otros países.

Stoltenberg ha salido al paso de la decisión al ser interrogado en rueda de prensa ante el nuevo ridículo de Sánchez. «Varios aliados no están representados, pero es como tiene que ser esta reunión porque es un evento pequeño y hay tanto empresas grandes como pequeñas», ha indicado el secretario general de la OTAN, de la que España es miembro desde 1982, incorporándose a la estructura militar integrada en 1999. «Es uno entre otros eventos y hay distintos aliados cuyos sectores de Defensa no están representados», ha apuntado, para añadir que habrá más reuniones de este tipo para avanzar en los planes para elevar la producción armamentística de los aliados.

Durante la reunión de ministros de Defensa, Stoltenberg pondrá sobre la mesa un plan para compras conjuntas dotado de 1.000 millones de euros con el que los aliados «mejoren la capacidad de firmar pedidos a largo plazo» y afronten la merma de los arsenales europeos tras el suministro sin precedentes de armamento a Ucrania.

El plan tiene como objetivo aumentar la producción de munición de artillería de 155 milímetros de aquí a finales de año, un plan con parámetros similares al aprobado por la UE hace unas semanas. El ex primer ministro noruego espera que sea en la cumbre de Lituania cuando los líderes aliados ratifiquen la iniciativa, que se desarrollará a través de la agencia especializada de la OTAN en compras de armamento.

Este proceso coincide en paralelo con el desarrollo de planes de la Unión Europea para incentivar el aumento de la producción militar en su propia industria, incluyendo un programa de compras conjuntas y ayudas para que las armerías europeas eleven la capacidad de producción y que se limita a empresas de los Veintisiete y Noruega.

 

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